Cuando me inicie en el paracaidismo Deportivo, allá por 1971, lo hice sin imaginarme lo que significaría para mí y para aquel pequeño, aero-club, la palabra «Cayo la Rosa».

Si, Cayo la Rosa no era más que un pequeño pueblo con un aeródromo al sur del pueblo de Bauta, en las afuera de Ciudad de la Habana, a unos 30 kms. de la capital Cubana.

Cayo la Rosa, en este pueblo existía  una pista de aviación que en sus tiempos fue utilizada, por los dueños de una de las textileras, (fabrica de telas) mas grande de Cuba, La textilera Ariguanabo, en honor al rio que transitaba por su enclave llamado el rio Ariguanabo.

Esta pista era de tierra, compacta, de unos 1000 mts, de largo  y unos 40 de ancho,  lo que hacia a este aeródromo, como un lugar excelente para la práctica del paracaidismo y del vuelo a vela.

Pero su situación geográfica fue complicando la aproximación, y el transito aéreo al aeródromo internacional José Martí de la Habana.

Durante los primeros años de la década del 70, este aerodromo funciono como aeroclub Central del Club de Aviación de Cuba, del departamento de fomento aeronáutico, del IACC, y como es lógico sus actividades  comenzaron a ser algo peligrosas para las actividades aerodeportvas como para la aproximacion de las aeronaves comerciales al aeropuerto internacional.

En varias ocasiones era fácil ver el fuselaje de algún IL-62, u otra aeronave de gran porte,  desde tu posición de apertura de tu paracaídas, y el asombro de los pilotos al ver que casi por arriba de su aproximación  en su trayectoria, podías observar la cúpula multicolor de algunos  paracaídas Deportivo. !cosa de locos!!

También el lugar toma su nombre debido a que  esta pista y el pueblo era rodeado por una laguna, que crecía hasta las inmediaciones de la pista de hierbas , visto desde el aire parecía un cayo, en  temporada de intensas lluvias

Como medida de seguridad en su etapa de mayor crecida de esta laguna, era necesario saltar con chalecos salvavidas, ya que en varias ocasiones nuestro descenso se tornaba  en un acuatizaje, dentro de la laguna.

Aunque la comunicación era constante con Boyeros, y su aeródromo internacional, el trafico crecía y a veces era necesario estar hasta cuareta minutos, para seguir las operaciones de saltos o vuelo de planeadores en este centro.

En 1975, deja de funcionar este centro deportivo, que acogió, nuestros primeros saltos y los primeros vuelos en planeadores, de aquel naciente aeroclub de Cayo la Rosa en el municipio de Bauta, la Habana, Cuba.

Posteriormente este aeroclub traslado sus actividades para un aeródromo situado en el sur del pueblo de San Nicolás de Bari, en la provincia la Habana .

En sus instalaciones y su pista se impartió ,el segundo y tercer curso primario de paracaidista, y el primer curso de instructores de paracaidismo , también el entrenamiento con el primer asesor soviético, V. Slava, que culmino con una extraordinaria competencia de precisión forzada, (algo nunca visto) a 600 mts, 1000mts, 1500mts y 2000mts, había que ser bueno para caer en el blanco!!

Esto es parte de la historia, de este aeródromo y del desarrollo de los Deportes Aéreos Cubanos.